La comida del café es tan buena que, hagan lo que hagan los chefs, ¡los ratones no paran de colarse en la cocina y robarles la comida! Los chefs, desesperados, han decidido tomar cartas en el asunto. Han cogido sus utensilios de cocina y ahora esperan a que los ratones ataquen y acaben con ellos de una vez por todas.